Aun cuando no es muy común visitar el Panteón de Oriente fuera del Día de los Muertos en que van miles de gentes, hay dos buenas razones para pasear por ahí. Una, es el Museo de Arte Funerario Benigno Montoya donde puede uno no se si disfrutar, pero definitivamente si admirar las lápidas labradas por este maestro del cincel, y la otra es pasar a conocer la Rotonda de Mujeres y Hombres Ilustres de Durango.
El monumento en si, fue diseñado por Ángel Peschard Fernández en 1988 por encargo del entonces Gobernador del Estado José Ramírez Gamero, su construcción fue ejecutada ellos, ayudaron a forjar a sangre y fuego entregando su vida misma, lo que somos como pueblo ahora en este tiempo. Es importante señalar que todos ellos, algunos otros que están enterrados en otros lados y muchos más héroes desconocidos de nuestra historia, dieron lo mejor de si mismos por un futuro, el que ahora estamos viviendo nosotros, es de justicia no defraudar este esfuerzo y también nosotros sacar lo mejor que tenemos para salir adelante por el mañana de generaciones, que aun están por venir.
Platicamos un poco con el velador Don Juan Ruiz, herrero de profesión y a quien curiosamente le tocó hacer todo el trabajo de herrería del monumento, incluyendo el gran triángulo que culmina todo el obelisco y además de contarnos algunas leyendas del mismo, está un poco extrañado porque no han traído los restos de Olga Arias al recinto, por cierto, miembro fundador del comité dictaminador.