Durango la ciudad, es verdaderamente afortunada, ya que además de tener un Centro Histórico segmento del Patrimonio de la Humanidad por vía del Camino Real Tierra Adentro, se cuentan con varios recursos turísticos alrededor de la misma, de tal forma que no tiene uno que viajar ni 15 km para estar disfrutando diversos atractivos que a menos de media hora rumbo al suroeste o por la carretera rumbo a la Flor o inclusive por la avenida Primo de Verdad, podemos estar visitándolos.

Ya que estamos en Semana Santa vale la pena darse una vuelta por la ribera del río Tunal y lo podemos hacer en bicicleta incluso con familia, pues es una ruta corta totalmente plana sin grandes obstáculos (ni chicos), donde con algo de precaución se puede uno divertir a lo lindo. Vamos a dejar claro que no se recomienda para niños menores de 9 o 10 años por lo del tráfico de vehículos, lo más recomendable es llevar un vehículo atrás de los ciclistas manejando un chofer, (que puede ser la suegra), para que todos puedan pedalear y si eres ciclista te puedes venir desde tu casa. Pero vamos a decir que eres principiante y que iniciamos en la avenida Primo de Verdad después del puente de Arroyo Seco. Es una calle bastante amplia y bien pavimentada que sale al entronque con la carretera al Pueblito donde volteamos a la derecha y no paramos hasta llegar al Templo de Nuestra Señora de Guadalupe del Pueblito (así se llama el pueblo) que es más o menos de los 1940 o 50, la señora que lo cuida Doña María Berta Hernández (ya tiene cuidándolo más de 20 años) nos platica que no se tiene fecha de la construcción de templo. Hay muchas tentaciones en el camino ya que el mismo está plagado de restaurantes con riquísimas gorditas de guisos y otros antojitos que difícilmente vamos a rechazar, pero hay que ser fuertes.

Aquí en el templo sale un camino hacia el poblado el Durazno y la Presa Guadalupe Victoria, los ciclistas de más condición pueden continuar hasta la misma y darse un paseo en lancha, rentar caballos y otras actividades, pero vamos a decir que nosotros por aquello de “no te entumas”, los chiquillos, nuestra esposa y la suegra al volante (muchos elementos), de esta Iglesita le decimos adiós a Doña Berta y nos regresamos rumbo al área de restaurantes donde nos podemos ahora si echar un bocadillo o también podemos continuar hacia el Ejido del Tunal y anexos. Este camino lo tomamos de enfrente del Restaurante la Carreta y un poco adelante del establecimiento los Nogales, es una brecha de terracería muy suave donde cruzamos el río por un puentecillo y al llegar a el Tunal está un señalamiento a la derecha que no queremos tomar, sino que volteamos a la izquierda por una carreterita rural asfaltada.

Así llegamos al Templo del Tunal (antes Santa María del Tunal) donde podemos ver una fecha pero al revés, obviamente quien la puso no sabía leer o por ahí, de todas, el año que indica es de 1797. Cabe señalar que lo más probable es que todos estos pueblitos eran comunidades de indígenas Tepehuanos cuando llegaron los españoles en la conquista y se los repartieron en encomiendas desde 1604 que registra 30 familias de indios Chichimecos (Tepehuanos) viviendo en el Tunal que fue otorgado a un hijo de un tesorero Juan de Ibarra; más tarde en 1647 se reparte en Doctrina a Cristóbal de Mora , e inclusive hay una mención de fecha de 1616 durante la Rebelión de los Tepehuanos al norte del estado donde mueren casi todos los españoles que había en el norte de la Nueva Vizcaya (unos 150), y para asegurarse de no tener problemas con los indígenas cercanos a la Villa de Durango, los colonos apresan a casi cien Tepehuanos acusándolos de tener armas escondidas y los pasan por el filo de sus espadas (y luego que porque se enojaban). El Templo que también está dedicado a Nuestra Señora de Guadalupe aun cuando hay cierta polémica de que anteriormente era patrona la Virgen del Refugio, lo interesante de este templo es que posiblemente sea el único en el estado que esté rodeado de un campo santo y nos resultó un tanto estresante ver que había varias lápidas antiguas fuera de su lugar , pero por otro lado, al Templo lo acaban de remozar y quedó estupendo, nos platica Doña Leticia Castro Morales quien es la encargada de cuidarlo, que se tardaron más de veinte años para que lo restaurara el INAH, pues bueno es mejor tarde que nunca y quedó como joya la iglesita.

De aquí dando vuelta hacia la izquierda continuamos rumbo al Nayar, que es una comunidad poco más grande y su templo es parroquia que incluye a todos estos pueblitos como el Conejo, la Ferrería, el Durazno, la Flor, las Bayas, el Pueblito, en fin una extensión bastante grande. Aquí la iglesia tiene varias fechas y quizás se construyó en varias etapas, pero si nos vamos por la tradición oral que nos platicó José Álvaro Graciano Luna y un compañero que nos consiguió un impreso donde se dice que El Señor de la Expiración del Nayar, Durango llega a la comunidad desde 1770 y que había sido bendecida y dedicada a el Nayar desde 1737, aquí hay un misterio, una leyenda y una congregación que tiene una gran fe en su señor, de tal modo que vienen desde muy lejos a buscar un milagro.

El pueblo tiene una plaza muy amplia donde nos podemos relajar un ratito, antes de continuar con nuestro recorrido buscando la salida hacia la carretera otra vez del Pueblito, volteando a la derecha en el entronque con la extensión del bulevar Domingo Arrieta volteando nuevamente hacia la derecha y enfilando rumbo la ex hacienda de Ferrería de Flores adquirida por herencia al General Juan Manuel Flores quien mandó construir el impresionante casco de hacienda que todavía podemos admirar. Además podemos visitar la capilla donde está enterrado y los terrenos de la antigua Ferrería y hacer de “tripas corazón” para el regreso a Durango de apenas 7 km por todo el bulevar Domingo Arrieta que incluso tiene un carril ciclista parte del camino.

Esta ruta ciclista de 24 km casi para principiantes, es algo que podemos hacer con mucha precaución, es muy divertido, pedaleando no muy grandes distancias pero si conociendo los alrededores de nuestra ciudad capital donde nos vamos a encontrar muchas sorpresas todas interesantes por estas rutas culturales ciclistas. Por ahí nos vemos.

Fuentes: Historia de la Iglesia en Durango, Gallegos, La Frontera Norte de la Nueva España, Gerhard y Apuntes para la Historia de la Nueva Vizcaya, Saravia.